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DOCUMENTOS

Atrofia Progresiva de Retina

La retina es la responsable de captar y enviar las imágenes por el nervio óptico hacia el cerebro donde se traducen. Si la retina no funciona adecuadamente la visión se ve afectada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la retina encontramos distintos tipos de células llamados fotorreceptores, distinguimos dos tipos:

- Conos: responsables de la visión diurna, necesitan bastante luz. Discriminan mejor la visión fina que los bastones. Responsables de la diferenciación de los colores.
- Bastones: responsables de la visión nocturna, funcionan con muy poca luz, son muy sensibles pero tienen escasa discriminación visual. Hay animales nocturnos que sólo tienen bastones.

La atrofia de retina es una enfermedad que afecta a la visión de nuestros animales de compañía. Dependiendo de los fotorreceptores que se afecten antes podemos observar:

- Bastones: los animales pierden visión nocturna (nictalopía)
- Conos: los animales pierden visión diurna (hemeralopía)
- Ambos juntos: perdida de visión sin afectar la luminosidad

El que se afecten unos u otros fotorreceptores depende de la raza, al igual que la edad de presentación. Las atrofias progresivas de retina son aquellas que aparecen de forma paulatina y tienen una sintomatología típica dependiente de la raza (afección de fotorreceptores) No entraremos aquí en los distintos tipos de atrofia progresiva de retina o APR pero nos centraremos en ella porque afecta a muchas razas.

¿Cuáles son los signos típicos de APR

 

Pérdida visual: normalmente aparece primero una ceguera nocturna (porque se suelen afectar primeramente los bastones) y seguidamente la ceguera diurna (cuando avanza el proceso y se afectan los conos). La afección de unos u otros fotorreceptores depende de la raza y el tipo de atrofia. Aparece dificultad para ver objetos en movimiento. La aparición de la ceguera completa no se puede predecir, pero mientras más joven es el animal más rápido progresa la enfermedad.

 

Pupila dilatada: no responden correctamente a la luz. Los animales presentan un reflejo de color amarillo, verdoso o anaranjado típico debido a la hiperreflexia retinal (brilla más de lo normal) y la midriasis (dilatación pupilar).

Aparición de cataratas: secundarias a la degeneración retinal y son causadas por sustancias liberadas por la retina dañada.

 

¿Cómo se diagnostica?

 

En animales jóvenes o estadios muy iniciales es complicado de diagnosticar si éstos no tienen signos de degeneración retinal y la oftalmoscopia no es suficiente. Se ha de recurrir a electrorretinografía (ERG) para detectar la actividad de los conos y bastones. Los signos oftalmoscópicos aparecerán antes o después, dependiendo de la raza. Las anormalidades electrorretinográficas también dependen de la edad pero siempre se observan mucho antes que los cambios en el fondo de ojo.

 

En estadios avanzados de la enfermedad se pueden observar anormalidades en la retina por medio de oftalmoscopía, viéndose lesiones típicas (disminución o ausencia de vasos, aumento del reflejo tapetal, etc…)

 

¿Qué es una oftalmoscopia?

Tras dilatar la pupila con gotas tópicas se observa el fondo de ojo mediante un oftalmoscopio directo o indirecto y se valora el fondo de ojo. No es necesario dormir al animal si éste es colaborador.

 

¿Qué es una electrorretinografía?

Hay que anestesiar al animal para poder realizar esta prueba. Se colocan una serie de electrodos que miden la respuesta de los fotorreceptores al estimular el ojo con distintos tipos de luz. Así se puede observar determinadas lesiones en retina y saber si están afectados los conos, los bastones o ambos. Se utiliza como medio diagnóstico y para elegir animales destinados a cría que estén libres de la enfermedad (determinadas razas exigen realizar esta prueba). Se puede realizar desde edades tempranas.

 

¿Cómo se trata?


La APR no tiene tratamiento. Es una enfermedad degenerativa. El uso de antioxidantes, vitaminas, etc… pueden frenar un poco el avance de la enfermedad pero la ceguera llega irremediablemente.

En presencia de cataratas la cirugía de las mismas no devolverá la visión al animal pero en determinadas circunstancias hay que operarlas aún sin solucionar la ceguera. Estos casos serán:

 

- Luxación de cristalino

- Uveítis dependientes del cristalino
- Glaucoma dependiente del cristalino
- Otras causas

Normalmente la principal causa de cirugía de una catarata inducida por APR es la luxación de cristalino y sus consecuencias secundarias.

 

¿Debo realizar exámenes oculares periódicos?

Sí. Hay que controlar la evolución de la enfermedad, así como, en el caso de las cataratas, nuevas patologías asociadas a la APR. La frecuencia de las revisiones depende de cada animal y la establecerá el especialista.

 

¿Cómo se previene?

Adquiriendo animales de raza con certificado oftalmológico libre de patología ocular de los progenitores. Determinadas razas exigen que para criar los progenitores deben haber pasado este certificado.

 

¿Qué debo hacer si quiero criar con mis perros y deseo obtener el certificado oftalmológico?

Se debe concretar una cita para realizar una electrorretinografía (ERG), oftalmoscopía y ecografía ocular. En determinadas razas se pueden incluir otras pruebas diagnósticas (en el caso del Golden Retriever de Línea Inglesa el test genético para la GR_PRA1 y GR_PRA2). Lógicamente se debe preguntar la edad correcta (según la raza) para realizar la electrorretinografía. En caso de animales ancianos debe realizarse antes una evaluación anestésica previa ya que la ERG debe hacerse bajo anestesia.

 

Las APR tienen carácter hereditario y los animales que las padecen deben ser eliminados de los programas de cría.

 

 

Fuente: Raquel R. Udiz

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